Empleo joven va mostrando avances

Paraguay ha presentado un avance en lo que se refiere al empleo joven según los datos presentados en la Encuesta Permanente de Hogares si comparamos con una década atrás.

Haciendo una segmentación en tramos de 5 años, vemos que entre las personas de 21 y 35 años tuvo un leve descenso tomando como punto de partida el 2006, aunque si consideramos la franja de las edades de entre 16 y 20 años, se observa un deterioro de las estadísticas.

Ambas situaciones se consideran positivas debido a que reflejan que las personas jóvenes del país consiguieron tener mayor participación en el empleo sin que esto repercuta de manera negativa en su posibilidad de formación.

Es decir, actualmente existe una mayor proporción de población joven que trabaja, pero no a costa de tiempo para mejorar su formación.

Es importante hacer hincapié en este avance teniendo en cuenta que demuestra que se camina hacia un mayor nivel de sofisticación de la masa laboral nacional. Además, que las personas comprendidas en el análisis puedan mantener su nivel de formación mientras realizan actividades laborales, mantengan una estabilidad de ingresos, lo cual posibilita que no abandonen sus estudios por motivos económicos.

Aunque el aumento de estas proporciones no es muy elevado y no se ve una tendencia clara a la baja en el evolutivo, el avance sigue siendo relevante y es un buen punto de partida para seguir trabajando en políticas claras que apunten a mejorar la posibilidad de los jóvenes del país a acceder en mejores condiciones al mercado laboral.

SITUACIÓN REGIONAL

El último reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre el empleo juvenil habla de que tanto las tasas de participación de la fuerza de trabajo como las de ocupación aumentan con la edad a nivel América Latina y el Caribe (ALC), lo cual también es considerado un resultado positivo por la entidad, ya que la entrada tardía en el mercado de trabajo ofrece a esas personas un tiempo valioso para que continúen en el sistema educativo y puedan mejorar sus credenciales académicas.

Sin embargo, al realizar un análisis por perfil de ingreso, la entidad encuentra que los jóvenes de familias pobres en los países de ALC abandonan el colegio antes que otros jóvenes de su misma edad provenientes de familias con mayores recursos, y cuando consiguen un empleo, este suele ser en el sector informal.

Además, los jóvenes pobres y vulnerables representan una proporción mayor que las personas que no estudian o trabajan, lo que a su vez se refleja en diferencias en términos de tasas de ocupación. En líneas generales, la OCDE considera que la evidencia sugiere que los jóvenes pobres y vulnerables no solo tienden a abandonar antes la escuela, sino que también experimentan transiciones más largas desde la escuela al trabajo.