Conexión de jóvenes puede generar impacto económico positivo de 6,7 del PIB

Mucho se habla desde hace años, tanto a nivel local como internacional, del importante “bono demográfico” con que cuenta Paraguay y del potencial impacto positivo que este podría tener en la economía local, como también los retos que representa. El bono demográfico se da cuando una población cuenta con un porcentaje elevado de población joven.

El Gobierno ha utilizado el bono para realizar diferentes promociones del país, ateniendo que es una de las grandes virtudes que se posee teniendo en cuenta que no todos los países tienen una población tan importante en edad de trabajar.

Aunque existen cuestiones por trabajar de manera a aprovechar realmente el potencial que puede significar que la mayor parte de tu población pueda ser productiva.

Según los últimos datos de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), existe un 42,5% de población entre 15 y 29 años que, o tiene un empleo en el sector informal o directamente no tiene empleo y tampoco se encuentra estudiando ni recibiendo formación de ningún tipo.

Esta proporción se hace aún más grande cuando se desagrega esta población por sexo y se ve directamente la situación de las mujeres, en donde la mencionada relación llega al 49,6%.

Así, aunque la posibilidad de que la población joven sea un factor positivo está latente, se debe trabajar para potenciar su aporte a través de la formación y facilitando la incorporación de este segmento poblacional al empleo formal para que su producción se pueda derramar a otros segmentos de manera directa e indirecta.

Actualmente se están llevando a cabo trabajos para mejorar la situación para poder generar las condiciones con la que la juventud pueda conectarse efectivamente a la economía formal y colaborar en su crecimiento.

El aporte más interesante en este sentido lo presentó hace menos de un mes el Centro de Desarrollo de la OCDE en nuestro país, donde a través de unos modelos estadísticos hacen una primera aproximación al costo de oportunidad (lo que se deja de ganar) de mantener como están los porcentajes de “juventud desconectada” como considera a aquellos que no forman parte del sector formal ni están recibiendo algún tipo de instrucción.

Según este reporte el costo de oportunidad es tan elevado a nivel local que representa el 6,7% del Producto Interno Bruto, de los cuáles 4,4 puntos porcentuales representan las personas que no forman parte ni siquiera del sector informal del empleo y no están trabajando ni recibiendo educación.

Para poner en contexto este costo de oportunidad basta con decir que tanto la Ganadería, la Construcción, las Comunicaciones como las Finanzas representan individualmente un porcentaje menor que el mencionado en la actual construcción del PIB (sus aportes varían entre 3% y 5% del producto). Es decir, Paraguay puede llevar su economía a un nuevo nivel, en el caso de que la “juventud desconectada” pueda tener acceso a mayores y mejores fuentes de trabajo.